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viernes, 2 de diciembre de 2011

Luciano Figueroa

  Lucho exhibiendo su abundante cabellera (?) en los 2 equipos

Hoy en Doblecamiseta les presentamos el caso de Luciano Figueroa, el delantero rosarino que cometío el delito imperdonable de jugar en los 2 clubes más grandes de Argentina.
Nacido en 1981, realizó todas las divisiones inferiores en el club de sus amores, Rosario Central, donde debutó en el año 2001, y donde llegó a formar un de las duplas de delanteros más recordadas por la hinchada canalla junto con el Chelito César Delgado. Luego de una muy buena temporada en el año 2003, es vendido al Birmingham inglés.
En el año 2006, River Plate posó sus ojos en él y lo trajo para reforzar la delantera. En esa época, Lucho era un refuerzo de lujo luego de haber ganado la medalla dorada en los Juegos Olímpicos del 2004 y de una buena campaña en el Villarreal español, siendo dirigido por un DT conocido por los riverplatenses: el chileno Manuel Pellegrini. La cosa en River había empezado bien, con 3 goles convertidos en 7 partidos jugados, pero todo cambió en un partido contra Estudiantes, cuando luego de realizar un mal movimiento, se rompió los ligamentos cruzados.
Para la temporada siguiente, como consecuencia de la falta de pago de River por el pase de Figueroa, el Villarreal decide vender al rosarino al Genoa italiano.
Pero en el año 2008 las puertas del fútbol argentino se le abrieron de vuelta, pero no para jugar en Rosario Central o en River, sino para convertirse en un refuerzo de vital importancia para Boca Juniors, eterno rival de River, para reemplazar a Martín Palermo, quien, como Lucho un par de años atrás, se había cortado los ligamentos cruzados. En Boca, reemplazó de buena manera a Palermo y conviertió algunos goles importantes, como a San Martín de Tucumán para ganar 2-1 y 2 tantos a Colón para ganarle 3-2 y clasificar al Triangular Final, del que Boca se consagraría campeón. En el año 2009, Lucho regresó al Genoa, per antes de irse declaró que le hubiera gustado quedarse en el Xeneize y que por los momentos vividos en Boca, nunca iba a volver a River. En el club de la Ribera disputó 23 partidos y anotó 8 goles.
Aquí termina la historia de otro doblecamisetero, la de un rosarino que no supo decir en cual de los 2 clubes la había pasado mejor(?).

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